sábado, 28 de septiembre de 2013

BUENOS TIEMPOS PARA LA LÍRICA

Castillo de Tudela, corte del rey don Sancho VII el Fuerte
28 de septiembre de 1204

-¿¿¿Cuánto habéis dicho???

-Setecientas libras de sanchetes, Majestad.

-¡Pero eso es una barbaridad! ¿Creéis acaso que fabrico el dinero?

-Bueno, en sentido amplio sí que lo hacéis, Majestad...

-Pero es que cobrar semejante cantidad sólo por recitar y cantar unos versos...

-No son unos trovadores cualquiera, señor, sino los mejores en su género. La calidad hay que pagarla...

-Pero a su justo precio. Si creen que por no ser muy aficionado a la poesía pueden timarme, están muy equivocados.

-Si queréis que los torneos de otoño queden realzados con la presencia de artistas de primera fila, eso es lo que tendréis que desembolsar.

-No sé, sigo sin estar demasiado convencido, senescal. A ver, leedme otra vez sus hemistiquios y sus diferentes tarifas.

-Veamos. El primero que los representantes nos han ofrecido es don Giraut de Bornelh, un lemosín que compone muy bellas canciones. Vedlo vos mismo:

"Tan es sos cors gais et isneus
e complitz de belas colors
c'anc de rozeus no nasquet flors
plus fescha ni d'altres brondeus.

Ni anc Bordeus,
non ac senhor fos plus galhartz
de me, si ja m'acuoill ni partz
tan que fos sos dominis sers.

E fos apelatz de Bezers,
can ja parlar
m'auziri'om de nulh celar
qu'elam disses, celadamens,
don s'aires lo seus cors gens!!

"Su cuerpo es tan alegre, esbelto 
y cumplido de hermosos colores,
que ni nunca nació alguien igual de rosal alguno
ni de ningún ramo otra flor más fresca. 

Y nunca habrá en Burdeos
 señor que sea más gallardo que yo,
si ella me acoge y tolera que sea su siervo.

Y sería acusado desde Beziers
si  yo revelase algún secreto
que ella me hubiese confiado, 
provocando la indignación de su gentil corazón."

-Si, no está mal, pero... ¿cuánto pide?

-Quinientas libras, señor. Pero exige también que la posada donde deba residir sea pintada de azul, diez docenas de toallas de hilo fino y cuatro cajas de naranjas valencianas.

-¿Y no querrá también cincuenta cestos de uvas pasas y un juego de ajedrez de oro y marfil? !Tachad a ese zascandil de la lista inmediatamente!

-El siguiente es don Arnaut Daniel, del Perigord. También escribe de manera muy hermosa:

"D'autras vezer sui secs e d'auzir sortz,
q'en sola lieis vei et aug et esgar;
e jes d'aisso no ill sui fals plazentiers
que mais la vol non ditz la boca l cors;
q'ieu no vau tant chams, vautz ni plants ni puois
q'en un sol cors trob aissi bos aips totz:
q'en lieis los volc Dieus triar et assire."

"Para ver a las demás soy ciego, y sordo para oírlas,
pues sólo a ella veo, oigo y miro.
Y no por ello soy falso adulador,
ya que mi corazón la quiere más que lo que dice mi boca;
que voy por campos, valles, llanos y montes,
sin que encuentre en otra tan buenas cualidades: 
que Dios quiso reunirlas todas en ella."

-Sí, muy bien, ¿pero éste qué pide?

-Sólo trescientas libras, señor, aunque también exige dos barricas de vino lombardo para aclarar su garganta antes de la actuación.

-¿Como? ¡De manera que viene a Navarra, la tierra del mejor vino, y este bergante pide aguado vino italiano! Muy poco seso demuestra con semejante petición, así que fuera también de la relación de trovadores.

-Es que no quedan muchos más, señor...

-¿Y no se conformaría la gente con alguna jota, como siempre?

-Señor... No son géneros musicales que puedan compararse...

-¿Cómo que no? ¿Habrá alguno de estos pretenciosos trovadores que pueda igualar la belleza de una estrofa como esta?:

"Como la perdiz herida, 
que se va a morir al soto,
así tengo el corazón, 
cuando te veo con otro."

-Tenéis razón, Majestad. Esa es tan buena como las que se componen en la Provenza. Más aún queda algún otro autor para que podáis considerarlo...

-Tan sólo uno más, que ya he perdido la paciencia.

-Pues entonces juguémonos el todo por el todo, y vayamos a por el mejor de todos ellos. Al que ellos mismos consideran su rey: don Bernart de Ventadorn:

"Lo tems vai e ven e vire
per jorns, per mes e per ans,
et eu, las!, non sai que dire,
c'ades es us mos talans.
Ades es us e nos muda,
c'unan volh en ai volguda,
don anc non aic jauzimen.

Pois ela non pert lo rire,
a men ven e dols e dans,
c'a tal joc m'afaih assire
don ai lo peyor dos tans
-c'aitals amors es perduda
qu'es d'una part mantenguda-,
tro que fai acordamen.!

"El tiempo se va y vuelve
 por días, meses y años,
y yo, desgraciado, no sé qué decir,
pues siempre es el mismo mi deseo.
Siempre es el mismo y no cambia,
porque sólo a una quiero y he querido,
aunque nunca me ha hecho caso.

Mientras ella no pierde la sonrisa,
a mí me vienen penas y daños,
pues entrando en su juego,
por dos veces me han venido los peores tantos,
ya que es amor perdido
aquel que sólo es mantenido por una parte, 
aunque confío en que acabe entrando en razón."

-Perfecto, senescal, ¿y la Dolorosa?

-Pues su caché asciende a mil libras de sanchetes, señor...

-¿Estáis de broma, no?

-No he terminado. Eso es lo que cobra él solo. La banda de juglares de la que se hace acompañar cobra otras tantas...

-Ah, que bien... Pues mirad, por mí que se queden todos cantando al otro lado de los Pirineos. No soltaré un sólo maravedí para pagar los caprichos de esos vividores provenzales.

-Pues las invitaciones para el torneo ya están cursadas ya, y en ellas consta bien claro que habrá alarde de trovadores, así que si queréis que vuestra fama de tacaño quede más certificada aún...

-Contened vuestra impertinente lengua, senescal, que yo no he dicho que no vaya a haber festival, sólo que no será de la forma en que los hacen en todas partes, sino de una mucho más pedagógica, que he decidido aceptar el ofrecimiento de un sabio catalán que sabe sobre trovas y trovadores mucho más que ellos mismos.

Y además no exige quince sacos de almendras recién cogidas, ni trescientas botellas de agua perfumada de azahar compradas en el zoco de la medina de Fez, aunque merecería cobrar diez veces más que todos esos presuntuosos que me habéis ido citando, sobre todo porque si queda alguna memoria de ellos en el futuro, será por la labor de profesores como él.

-¿Y cómo se llama ese sabio?

-Don Martí de Riquer. Y puede, además de recitar todos los poemas escritos en la langue d'oc, contaros las andanzas y desventuras de quienes los compusieron. Así aprenderíais -como hice yo leyendo sus libros- que don Raimbaut de Vaqueiras fue hijo de un pobre caballero de Provenza. Y que se hizo juglar y sabía cantar bien y hacer coplas y sirventeses. Y estando en la corte del marqués de Montferrato se enamoró de la hermana del marqués, que se llamaba Beatriz, y sobre ella trovaba muchas buenas canciones. Y conoceríais también que don Peire Vidal, además de cantar mejor que nadie en el mundo, fue uno de los hombres más locos que han existido, pues creía que era verdad todo lo que le gustaba y quería, y así se enamoraba de todas las damas importantes que veía, y a todas las requería de amor, y todas le decían que harían y dirían lo que él quisiese, por lo que creía ser el amante de todas y que todas ellas se morían por él. Y sobre todo os conmoveríais con la vida de don Jaufré Rudel, que fue muy gentil hombre, príncipe de Blaia. Y se enamoró de la condesa de Trípoli, sin haberla visto nunca, por lo bien que oyó decir de ella a los peregrinos que volvían de Antioquía. E hizo sobre ella muchos versos con buen son y pobres palabras. Y por deseo de verla se hizo cruzado y se embarcó, y cayó enfermo en la nave y fue llevado a Trípoli, a un albergue, pues lo dieron por muerto. Pero cuando la condesa fue informada, fue al lecho donde yacía y lo tomó entre sus brazos. Y cuando él supo que era la condesa, al punto recobró el oído y el aliento, y alabó a Dios porque le había mantenido la vida hasta haberla visto; y así murió entre sus brazos. Y ella lo hizo enterrar con gran honor en la casa del Temple; y luego, aquel mismo día, se hizo monja por el dolor que tuvo por su muerte...

-Honra eterna merece don Martí si ha conservado todas esas historias tan hermosas, Majestad.


-Y sabe también tanto sobre armaduras y espadas, que estoy deseando ya tenerlo en mi corte para que me aconseje sobre el atuendo guerrero más adecuado para mi próxima campaña guerrera, y para que me cuente enterica toda la saga del Santo Grial, que es su historia favorita y también la mía. Y si se tercia, haré que recoja todas esas jotas desperdigadas que no tienen nada que envidiar a las de los trovadores occitanos.


Y con la ayuda de los eximios artitas Arantxa Díez y Josetxo Goia-Aribe, hemos de empezar por la que dice:

"Y vi que estabas soñando, 
en tu habitación entré, 
y vi que estabas soñando. 

Te dí un besico en la boca, 
pues de mí estabas hablando, 
pues de mí estabas hablando. 

En tu habitación entré..."

El 17 de septiembre pasado murió don Martí de Riquer, uno de los más grandes medievalistas que hayan existido. A sus libros debo muchos descubrimientos, placeres y entretenimientos. Moltes gracies, mestre. 

Y VÍ QUE ESTABAS SOÑANDO

© Mikel Zuza Viniegra