miércoles, 17 de octubre de 2012

NAVARCORRIDO DE LA CONQUISTA


Dicen que venían de Amaiur,
en un carro colorado,
traían espadas y blocas,
iban con rumbo a Bidangoz.
Así lo dijo el traidor,
que los había denunciado.

Y habían pasado la muga,
por el paso de Valcarlos,
pero en el puerto de Erro,
los estaban esperando.
Eran los hombres de Alba,
que ocupaban todo el reino.

Un irrintzi resonaba,
y un beaumontés les gritaba,
que detuvieran el carro,
para que lo registraran.
Y que no se resistieran,
porque sino los mataban.

Surgieron muchos arqueros,
con flechas rasgando el aire,
y el farol de la patrulla,
se vio volar por los aires.
Así empezó el saeteo,
que terminó en gran masacre.

Les dijo Antonio Peralta:
Esto tenía que pasar,
mis compañeros han muerto,
ya no podrán declarar.
Y yo lo siento señor Duque,
porque yo no sé cantar.

Sólo las cruces quedaron,
de los siete que murieron,
cuatro eran del carro rojo,
los otros tres castellanos.
Por ellos no se preocupen,
irán conmigo al Infierno.

Dicen que eran de Arakil,
otros que eran del Roncal,
Hasta por ahí se oyen voces,
que fue gente del Mariscal.
La verdad nunca se supo,
nadie la quiso aclarar...





© Mikel Zuza Viniegra, 2012